Boltaña

Boltaña nos ofrece muchas razones para visitarla: su entramado urbano, su castillo del siglo XI, su entorno… pero hoy hemos llegado hasta aquí para disfrutar de Espiello, su Festival de Cine Etnográfico, que este año 2013 cumple ya su XI edición. De paso, y como es costumbre también en estas fechas, hemos dado un paseo por la Feria Tradicional que se celebra anualmente y en la que se dan cita, entre calles y plazas, gran número de puestos de venta de todo tipo, predominando sobre todo los de carácter gastronómico y artesanal.

Tenemos tiempo para asistir a un par de sesiones del festival y como siempre, el público no falla. La primera es en la noche del lunes 22 de abril para ver la película titulada Cabeza de Vaca(Nicolás Echevarría, 1991), escuchando su presentación y participando en el posterior coloquio que mantiene su protagonista Juan Diego con los espectadores.

La segunda tiene un carácter más festivo y emotivo. El festival decidió rendir este año un homenaje a uno de los músicos más famosos y populares del Sobrarbe, que falleció el pasado otoño: José María Campo. Para ello han programado dos documentales en los que él participó y como colofón, varios músicos de la comarca que tocaron con él interpretarán “La higuera se secó”, himno festivo de toda fiesta que se precie.

En los dos archivos sonoros que recogen estos momentos de Espiello hemos querido destacar la ovación final del público en una de sus proyecciones y también la interpretación de “La Higuera se secó”, sumándonos de esta forma al homenaje a José María Campo junto con el público entregado y emocionado con la interpretación.

[mantra-pullquote align=»left|center|right» textalign=»left|center|right» width=»33%»]Espiello. Cita cultural imprescindible y este año especialmente emotiva[/mantra-pullquote]

El día de San Jorge desde primera hora de la mañana, los puestos de la Feria Tradicional de Boltaña comienzan a instalarse por la mayor parte del casco antiguo. Podemos encontrar plantero, quesos y embutidos, artesanía… Vecinos y visitantes coinciden por simple curiosidad o en busca de un objetivo determinado. El ambiente de voces se mezcla con la música de alguno de los puestos y con las campanas de la torre.

Alejados de la feria y paseando por sus empinadas calles se puede disfrutar de un silencio casi absoluto, tan sólo roto por los vencejos que planean veloces entre las fachadas y por un motocultor en un huerto junto al río. Si seguimos, encontraremos sin duda un camino que nos dará mil razones para volver.