Abandonado ya el embalse de Montearagón el río Flumen sigue su cauce acercándose a la ciudad de Huesca en las inmediaciones de la ermita de Salas. Para llegar a su orilla podemos salir desde el Palacio de Congresos de Huesca en dirección a la ermita, seguimos por la carretera pasando sobre el río Isuela y continuamos por el camino asfaltado hasta que éste deja de estarlo; tras un pequeña bajada y tan sólo unos metros antes de que el cauce del Flumen cruce nuestro camino nace a nuestra izquierda una senda marcada como PR-144, por la que durante algo más de un kilómetro podemos adentrarnos en los sotos que bordean su margen derecha, acercarnos hasta la misma orilla del río y pararnos a escuchar su, en ocasiones, abundante cauce, acompañados de una rica y variada flora y fauna.
Siguiendo este sendero nos hemos detenido en distintos puntos de su recorrido para escuchar el sonido del agua, en el salto al que le obliga una pequeña presa formada de forma natural por la acumulación de ramas y troncos arrastrados por el mismo río, para oír en el soto que lo acompaña el continuo cantar de varias aves al comienzo de la primavera. Un poco más adelante nos asomamos de nuevo al cauce bajo un azud construido antes del desvío señalizado que nos llevaría hacia Tierz y que abastece de riego a algunas fincas de su margen izquierda.
Esta senda es habitualmente muy transitada por andarines, corredores, ciclistas e incluso jinetes a caballo aprovechando su cercanía a Huesca.
Aguas abajo, en el término municipal de Buñales, el río Isuela, como afluente del Flumen, se une a él en su margen derecha.
Flumen-Salas-3-Salto
Sonido del caudal de agua en el azud construido en el cauce – 1’45»
Flumen-Salas-Soto
En el soto del cauce el cantar de los pájaros es contínuo en primavera – 1’19»
Pequeño salto de agua en el cauce provocado por ramas y troncos arrastrados por el río – 1’33»
Huesca Sonora en Vimeo
Fotos
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Abandonado ya el embalse de Montearagón el río Flumen sigue su cauce acercándose a la ciudad de Huesca en las inmediaciones de la ermita de Salas. Para llegar a su orilla podemos salir desde el Palacio de Congresos de Huesca en dirección a la ermita, seguimos por la carretera pasando sobre el río Isuela y continuamos por el camino asfaltado hasta que éste deja de estarlo; tras un pequeña bajada y tan sólo unos metros antes de que el cauce del Flumen cruce nuestro camino nace a nuestra izquierda una senda marcada como PR-144, por la que durante algo más de un kilómetro podemos adentrarnos en los sotos que bordean su margen derecha, acercarnos hasta la misma orilla del río y pararnos a escuchar su, en ocasiones, abundante cauce, acompañados de una rica y variada flora y fauna.
[mantra-pullquote align=»left|center|right» textalign=»left|center|right» width=»33%»]Andarines, corredores y ciclistas bordean su cauce cada día[/mantra-pullquote]
Siguiendo este sendero nos hemos detenido en distintos puntos de su recorrido para escuchar el sonido del agua, en el salto al que le obliga una pequeña presa formada de forma natural por la acumulación de ramas y troncos arrastrados por el mismo río, para oír en el soto que lo acompaña el continuo cantar de varias aves al comienzo de la primavera. Un poco más adelante nos asomamos de nuevo al cauce bajo un azud construido antes del desvío señalizado que nos llevaría hacia Tierz y que abastece de riego a algunas fincas de su margen izquierda.
Esta senda es habitualmente muy transitada por andarines, corredores, ciclistas e incluso jinetes a caballo aprovechando su cercanía a Huesca.
Aguas abajo, en el término municipal de Buñales, el río Isuela, como afluente del Flumen, se une a él en su margen derecha.